domingo, 25 de septiembre de 2016

Robert Gurney


La silla del bardo

Había una silla vacía
en el museo de Luton.

Está aún allí.

Parece más grande de lo normal,
más sólida,
hecha de roble.

Una ficha dice:
“La silla del bardo”.

Esa silla vuelve a menudo
a mi mente
cuando pienso en el pasado.

¿De quién era?

¿Cómo sucedió
que esté aquí
y no en Gales?

De niño
tenía un deseo ardiente
de subirme a ella.


La juguetería

Tenía un amigo del colegio
en Luton
que se quejaba de sentirse
como si estuviera viviendo
en una pecera.

Le daba la razón
y le dije que lo entendía,
pero no era exactamente
la verdad.

Hay una foto mía
de niño
sacada por mi padre,
mirando por un escaparate
en la calle Wellington.

La vitrina estaba repleta de juguetes
que no podía
permitirme comprar.

Tenía la impresión
de que era yo quien miraba
adentro de una pecera.

No podía comprender
a mi amigo
quien sentía estar dentro.

De todas formas
no era tan malo
ser uno más del montón de chicos
de la calle.

Sentí que pertenecía
a ese lugar.


El Sr. Jones

En esos días
después de la guerra
muchos de los profesores
tenían jardines secretos
a los que no nos permitían entrar.

Pero uno de ellos, que era de Gaiman, Argentina
tenía un lugar donde nos dejaba pasar.

Nos llevaba a dar una vuelta,
distraídamente,
enseñándonos la Pampa
y flores cuyos nombres
eran diferentes de los de España.

Tal vez los otros jardines no existían,
pero este sí.


Del libro del autor: La casa de empeño y otros poemas / The Pawn Shop and Other Poems, Lord Byron Ediciones, Madrid 2104.

Robert Gurney
St. Albans, Inglaterra

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