viernes, 4 de abril de 2014

Tamara Bondar

Tijera

Se deslizan sus hojas, se rozan,
no se abrazan nunca,
conocen el ardor de la proximidad,
pero no el compromiso del abrazo

Características suficientes
para llevar el estuche con certificación:
resultados al instante;
el tornillo cabeza fix de cebo las coordina.

Se conducen anchas, erguidas,
evaden la fragilidad de su cuerpo
recordar que en la proximidad del fuego se derrite.

La ciencia de la psicología egipcia
la originó de parafina,
encontró propiedades sublimes
que el acero no brinda.

La artesana de Sudamérica las elabora.

Receta:
vierte sobre el molde de caucho gris
la nombrada materia desbordante,
le tienta los colores intensos,
pero no puede quebrar con el pedido
de las parasicólogas.

Sobre ese torrente dispuesto,
arroja virutas de crayón de colores exigidos,
Introduce el molde desbordante
dentro del horno candente,
herramientas para disipar corazones no deseados.
La artesana ya terminó la jornada de fabricación.

Entrega lunes: tijera negra carbón
Entrega martes: tijera blanca como la pluma de ave sureña
Entrega miércoles: tijera azul como el cielo quebrado de pureza

En primavera descuartizamos relaciones amorosas.
En primavera especialidad en trituración de fotografías.
En primavera recortamos cabezas y las montamos sobre otros cuerpos.

Las parasicólogas venden temporadas de recaudación
desde los panfletos,
estampados contra los muros de Buenos Aires.


*  *  *


                          …pisa fuerte como el águila
Mañana nos encontramos
debajo del toldo verde musgo, pintitas amarillas:
vos con tu cuaderno de dibujos
yo con los poemas que escribí anoche

Mañana día propicio para actividad al aire libre,
anunció el servicio meteorológico.
Cielo despejado y nubes irritadas por el Sol,
anunció el diario del club de paddle

Propuesta simple y ambiciosa, por eso el misterio del encuentro.
Quiero que trepemos hasta la rama más alta,
lo ordenaste,
del árbol de tunas de la plaza y
cuando lleguemos, me advertiste,
tendremos que desprendernos de todas las espinas
Vamos a agitar los dedos como las plumas de las águilas,
lo gritaste
¿Nosotras dos? Te pregunté en sorna

Sí, lo afirmaste
¿Por qué semejante empresa?
¿Por qué ser pares de las águilas?
¿Con qué pretexto?
Si yo soy vuelo par de la poesía.


Pensamiento instantáneo
     
Cinco kilogramos de café tostado, el azúcar sería negra. Una asadera cuadrada, cubierta de bizcochuelo de vainilla recién horneado, ya reposa sobre la mesada, y la música la pondré en volumen tenue: entre Caetano Veloso y María Graña, una manera de demostrar los sonidos que me acompañan los domingos por la tarde.
El guión en el que hablamos nosotros, lo conservé toda la semana dentro del cajón de la cómoda, hasta hoy por la mañana, que lo repasé con la vista, para cuando al fin lo interpretemos estalle dentro de mis venas, y lo procesen mis estructuras internas.
Los tres ensayaremos el arte burdo, el arte del aprendiz.
Polleras largas, sandalias de goma, alpargatas de yute, blusas sueltas, remeras manga corta de algodón y poliéster, el calor mañana será agobiante, y cuando la temperatura ya no perdone la satisfacción de la dramatización serviré el café frío, repartido en seis tazas, dos frascos con terrones de azúcar negra y unos trozos de budín dispuestos en el centro de la bandeja.
Será nuestro último ensayo.


Tamara Bondar. Buenos Aires, Argentina


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Y cada ola quisiera ser la última, quedarse congelada en la boca de sal y arena que mudamente le está diciendo siempre: adelante.
José Emilio Pacheco
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