lunes, 26 de marzo de 2012

Abel Schaller

-Paraná, Entre Ríos, Argentina-

Memoria de los reinos

En nombre del tigre y la raicilla,
del inútil afán de las murallas,
del miedo calvo de mis propios huesos,
de aquéllos que en la oquedad
de los silencios nos preceden;

de las alas y frondas rumorosas,
de la inquietud que yace en las banderas,
del indeliberado rumbo de nubes y vilanos;

de la homéricas simas,
cuyo alegato de sal y de sirenas
no inscribe la imperfección de las bitácoras;

del ojo cíclope que sin dormir crepita
y rige amaneceres y crepúsculos,
de la irisada fragua en que el armero
forja su espada acaso vencedora,
del magma original
que en los profundos templos
funda divinidades y liturgias,
recuérdennos los reinos:
cada materia es un enigma
que inflige herrumbres y metáforas al hombre.

……………Paraná, abril de 2011. Primer Premio de la SADE Entre Ríos 2011


La palabra encontrada

………………………………………A mi padre

A puro regocijo franqueábamos el cerco
para asomarnos a las horas prolijas de su huerta.
Proveedor de asombros y ternuras,
allí aspiramos el lampiño rubor de los tomates,
cuyas hojas se alineaban en un dulce picor de represalias.
También nos enseñó a abrazarnos a los suaves paraísos
y a honrarles sus aromas celestes…
(Un día, con sus ramas, nos construyó una choza;
esa vez, invulnerables, escuchábamos la lluvia vagar sola por el mundo).
Con él aprendimos a develar el fácil misterio
de las polifonías del alba
y a disfrutar los tornasoles del riego de la tarde;
cubrió con indulgencias nuestras fugas de la siesta,
nos inventó un río a manos llenas,
con espumas de arcilla y un sol abovedado
bañándose en las islas del poniente.
En domingos de liebres, perdices y cansancios,
nos llevó a celebrar las dóciles escarchas de los campos.
Los cuentos que escondía en las frazadas
guardangelaban las noches del invierno.
Nos instruyó en el ánimo intrincado de las letras primeras
y echó a rodar los énfasis descalzos
tras una esférica ilusión de trapo.
En la silenciosa elegancia de la madera,
sus manos fundaron esta cama en la que duermo.
Contiguo siempre por las piedades del instinto y la sabiduría,
respondió apaciblemente a cada pregunta
con que la disfónica edad nos urgía,
y en el solaz sin lindes de su abrazo,
reproche y lágrimas quedaban sin sustento.
Conoció la remolona gracia de toda su Provincia,
y en ella cada dulce costura
que fluye saucemente por los mapas.

Cuando el mañana fue ya un signo averiguado,
encendió su lámpara de roble y frotándola hasta la fatiga,
puso nuestras huellas por delante
y nos proveyó del camino y la fuerza necesarios.

Después, puntual de grises y paciencias,
tal vez cansado ya de los fuegos del viaje,
hizo las paces con su corazón
y se allanó con mansedumbre
al incómodo cerrojo de los años.
En sus ojos, los ojos del abuelo se habían diluido
en el diáfano mar que los nombraba.

Según el orden incógnito del tiempo,
mi padre ha regresado a la semilla.
A veces suelo escribirle el nombre,
de un solo trazo,
como quien ha encontrado la palabra.

……………Paraná, 21 de septiembre de 2011
……………Poema premiado en los Juegos Florales del Paraná Rowing Club

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El hombre feliz es aquél, que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.
Johann W. Goethe


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2 comentarios:

  1. El uso del verso largo cada vez menos frecuente. el animarse no solo a expresar sino a contar...una referencialidad que no se opaca tras una densa trama de metáforas. Equilibrio, belleza, melancolía. ...Me encantó

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  2. Gracias por tu lectura, por tus conceptos.
    Un saludo cordial
    Analía

    ResponderEliminar

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