miércoles, 5 de diciembre de 2007

Carlos Figueroa

Destino

Al final…
Te conformas con las simples cosas:
Una tasa de café, los diarios,
Un rincón amable donde mitigar las penas
Y recibir noticias de alguien lejano
Que llega a tus orillas, como una mansa ola de lago.
A tan poco se reduce la felicidad,
Y tú que la habías esperado tanto.
Nada pudo vencer al tiempo inexorable
Que vino y se llevó tus sueños
Aquellos de la edad feliz
Cuando el horizonte era claro
Y el futuro tan cierto
Como una moneda en la mano.
Ya sé, dirás, es el destino
Pero quién nos salva mañana
Del horror de no ser nadie.

Cuando el Amor Pasó

No, no digas nada;
que el silencio teja su duda en el ocaso.
Sólo deja caer tus cabellos sobre mi sombra
como lluvia que moja una tierra sedienta y desolada.
Suelta a volar tus pensamientos,
total no podrán rescatar las horas
que no pudo arrebatarnos la distancia.
Deja tu mano sobre la mía, como antaño
cuando jóvenes sabíamos que ese gesto
tenía la justa medida del amor y la esperanza.
Sabes, ha caído tanto olvido
que ya no sé si esta lluvia que moja el silencio,
fue un sueño nomás
o es que el fuego sigue encendido.

De la plaqueta Celebración de los días

Carlos Figueroa - Santiago del Estero

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No corregir nuestras faltas es lo mismo que cometer nuevos errores.
Confucio


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